sábado, 22 de octubre de 2011

; II

La noche parecía presionar con fuerza los músculos de los tripulantes. Gritos de dolor, indesición y angustia llenaban el interior de aquella máquina de metal que se estaba hundiendo. Las acciones eran entorpecidas por la sensación de un fin cercano, determinado por olas que daban a conocer el nuevo mar.

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